Inauguración: sábado 3 de diciembre, 12 horas.
Exposición: 3 de diciembre 2016 al 5 de febrero de 2017.
Dónde: ala norte primer piso, Museo Nacional de Bellas Artes (Parque Forestal s/n, Santiago).
Desde un antiguo molino convertido en taller textil ubicado en la isla de Fårö en Gotland, Suecia, llegan los gobelinos que durante más de 40 años ha creado la artista Eva Ek Schaeffer (Suecia, 1941). Se trata de una selección de trabajos a telar, realizados desde 1974 hasta 2010, que representan historias inspiradas en su biografía, y en la tradición saami, cultura que desde hace miles de años pobló el extremo norte de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Eva siente que sus coloridos textiles están ligados a la música, por ejemplo se pueden relacionar con la tradición del canto jojk, que ligado estrechamente a la mitología saami, expresa la unión entre el individuo y la naturaleza. De esta forma, en su imaginario el aire, el agua, el fuego y la tierra toman protagonismo como almas vivientes en sus gobelinos.
Para Eva la fibra que constituye de los tapices contiene un sentido simbólico. En el textil La Tejedora de Cintas, el hilo representa el destino de las personas, anunciando su nacimiento y muerte, según el color y el largo utilizado. Así, en muchas de sus obras las hebras metafóricamente poseen un rol premonitorio y relacionan el mundo real con lo divino, por lo que el acto de creación, según la artista se relaciona con la idea de la fecundación en oposición a la de la muerte.
En palabras del director del Museo Nacional de Bellas Artes, Roberto Farriol, “el mito designa una narración verdadera, que fuera de su contexto histórico, es un relato cuya significación lo convierte en un mensaje en conexión con lo sagrado. Por este motivo la artista recupera esa noción de un volver a comenzar, a través de un tiempo cíclico; una suerte de Creación del Mundo”.
“Pinto con el hilo”, cuenta la artista, quien en los círculos artísticos de Suecia es definida como una “naivista rítmica”, debido a que sus figuras bailan, flotan, vuelan y caen. Quizás su matrimonio con el bailarín y actor Niklas Eh haya influido en ello.
Eva Ek Schaeffer trabaja en un antiguo molino en la isla Fårö, en el mar Báltico, al norte de la isla de Gotland, que en un principio compró para disfrutar los veranos y que finalmente se transformó en su residencia. Se tituló en la Facultad Textil de la Escuela Superior del Arte de Estocolmo, Suecia, en el año 1967. Su profesora más importante en esta institución fue la artista Edna Martin, quien contribuyó a que el oficio textil sueco se desarrollara como un arte libre, donde el artista y el “artesano” no se diferencian. En sus inicios Eva eligió como tema de sus obras a la mujer, el amor, la familia, el hombre y el niño, pero más adelante, incluyó como referentes los acontecimientos actuales. El estudio de la naturaleza, de la cultura y de la historia de Gotland se convirtió en una parte importante en la vida de esta artista y su familia. Fue en Fårö donde Eva comenzó a hilar y a teñir con hierbas naturales y luego a tejer.
