A propósito de "Para Un Distrito Bajo en Carbono"

“PARA UN DISTRITO BAJO EN CARBONO”
Desprendido de esta premisa se intervino la calle José Miguel de la Barra. Calle tipificada según la autoridad urbana como “Zona Típica”. Esto obliga, según la normativa vigente, a una aprobación de proyecto de intervención -cualquiera sea éste- por la Dirección de Urbanismo de la SEREMI del MINVU RM.

Los residentes de este sector nos preguntamos, si existió por parte de dicha autoridad una aprobación explícita otorgada a la I. Municipalidad de Santiago por el proyecto de pintarrajeo de la calzada vehicular, interfiriendo con la señalética, generando caos en la circulación; borrando la señalética de emergencia de la 1ra Compañía de Bomberos de Santiago y en general, precarizando la seguridad peatonal y vehicular.

El punto es que no se puede permitir la anarquía de implementar una proposición que no tiene sustento alguno. ¿Cuál es la huella de carbono del distrito? ¿Cuánto es alto o bajo? ¿Quién, con un fundamento racional de diseño, explica que ese debe ser el color de las manchas de la calle? ¿Qué o cuáles son los estudios de diseño previo efectuados por algún profesional con la apropiada acreditación para ejecutar tal intervención?

Nadie sabe. Sólo sabemos que el barrio amaneció con una intervención de grafiti en la calzada vehicular, incluyendo unos mesones con comestibles sin regulación sanitaria de la autoridad pertinente.

Los residentes sentimos que la autoridad, aun cuando pueda conocer la normativa vigente, a menudo la transgrede y aun más a menudo no la fiscaliza.

Las normas ya existen, pero la autoridad edilicia no actúa frente a la flagrante transgresión de entre varias otras el D.S. 38 del MMA o el D.S. 146/97 del MINSEGPRES y otras pertinentes al MTT.

OCUPAR LA CIUDAD
Este el principio esencial del buen poblamiento de la urbe. Respetar los espacios urbanos para lo que han sido diseñados tanto morfológicamente, así como funcionalmente.

Sin embargo, más de lo conveniente y cada vez más habitualmente, se confunde OCUPAR la ciudad con INVADIR la ciudad. Los vecinos del sector Lastarria- Parque Forestal-Bellas Artes, experimentamos la INVACION de nuestro barrio producto de la ineficaz gestión edilicia respecto del respeto y la racionalidad de la OCUPACION del barrio.

Este es un barrio patrimonial y que no se volverá a repetir en nuestra historia. Con edificaciones históricas; tratamiento de pavimentos patrimoniales; áreas verdes -algunas fundacionales de nuestra nacionalidad- que son irrepetibles.

La autoridad edilicia, obvia la fiscalización de la normativa vigente. Por ejemplo, permite ruidos que superan en intensidad a lo permitido según la norma. Permite aglomeraciones que rebasan los estándares de ocupación de suelo en áreas verdes con el consecuente despilfarro de los recursos invertidos en su cuidado. Ello, además actúa como imán para el desarrollo de actividades ilícitas en nuestro Parque Forestal.

Se permite el flujo vehicular libre por el segmento de la calle Ismael Valdés Vergara (IVV) entre J.M. de la Barra y Monjitas, que para los efectos prácticos es una calle “ciega”. Cualquier vehículo que transite este segmento, irremediablemente lo tendrá que desandar hacia el poniente por Monjitas.

¿No era que estábamos tratando de disminuir la huella de Carbono en el barrio? Entonces ¿para qué permitimos el exceso de circulación vehicular innecesaria agregando polución adicional?

El asunto es caótico los domingos con la intervención de las calles para otorgar uso exclusivo de circulación a bicicletas. El flujo motorizado que en dirección al oriente llega a la intersección de IVV y J.M. de la Barra, como no se puede virar en ninguna dirección, está obligado a cruzar dicha calle y seguir por Ismael Valdés Vergara por el segmento “ciego” para luego tener que devolverse por Monjitas en dirección poniente.

Este segmento de la calle IVV tiene un pavimento patrimonial construido de adoquines que no están calculados para recibir las inmensas cargas de peso de un Transantiago -algunos orugas- o camiones betoneros entre otras cargas pesadas, por lo que ya se evidencia un deterioro serio de este pavimento patrimonial.

El permitir el libre tránsito por este segmento de Ismael Valdés Vergara, no hace otra cosa que atraer tráfico indeseado. Por ejemplo, conductores de vehículos, alguno de ellos camiones, que vienen a dormir la siesta o “sacar la vuelta” ocupando ilícitamente espacios de estacionamiento que los residentes tienen supuestamente reservados al pagar al municipio el derecho a estacionar. Estacionamientos que contravienen la misma prohibición de la municipalidad. Hoy el estacionamiento es ocupado por ambos lados de la calzada liberando un espacio intersticial inferior al ancho de un vehículo de emergencia como sería un camión de Bomberos, lo que representa una seria amenaza a la seguridad de las personas e inmuebles de este sector.

¿Está la I. Municipalidad de Santiago preparada para ser responsable de una potencial tragedia porque un carro bomba no pudo transitar por esta calle?

Esta calle tuvo anteriormente, y con razón, un carácter de tránsito sólo para residentes, ya que no es una vía conectora. Pero además porque anteriormente se ejerció un criterio de conservación y preservación del activo patrimonial.

Comité de Adelanto Parque Forestal
Organización “El Barrio Que Queremos”