2. Ese día, sumado a las acciones violentas antes indicadas, Carabineros atropelló a un manifestante (algo que se está haciendo recurrente), coincidentemente, producto de un alza de voltaje, se incendió parte del edificio que aloja oficinas del SERNAMEG y de la Defensa Civil, dejando un sector del barrio sin electricidad, y el dueño de un local comercial ubicado en la esquina de la calles Lastarria y Merced, arrojó gas pimienta y salió a disparar a las personas que se encontraban en el lugar (en circunstancias que aún no se esclarecen del todo, este comerciante en lugar de ser detenido fue resguardado por Carabineros.
3. Si bien somos escenario de hechos de protesta, esto responde a un contexto político nacional donde tenemos un Gobierno que responde todo tipo de manifestación con un nivel cruel y totalmente desproporcionado de violencia contra la población. Sin embargo, esto es mostrado de manera totalmente insidiosa por la prensa tradicional, irresponsable y poco ética, que insiste en levantar una narrativa que criminaliza la protesta, sin investigar ni clarificar los acontecimientos y las razones de fondo, siendo funcional al discurso hegemónico del miedo que busca ocultar las causas estructurales, sociales, económicas y políticas que movilizan las manifestaciones, para justificar la brutalidad policial y las violaciones de los Derechos Humanos.
4. Quienes nos pronunciamos frente a estos acontecimientos somos vecinos, vecinas, asambleas y organizaciones sociales que habitamos el territorio denominado como "zona cero". Por más de un año hemos sido testigos directos de cómo la militarización del barrio –la presencia y el actuar excesivo de carros lanza agua y lanza gases, carros blindados, piquetes policiales, tanquetas, drones, patrullajes, escuadrones motorizados y a caballo– incentiva la violencia, incitando enfrentamientos que han dejado heridos e incluso muertos. Asimismo, el uso de armas tóxicas contamina los hogares, calles y parques de nuestro barrio con efectos nocivos para la salud de nuestra comunidad, incluso muchas horas después de las protestas.
5. Es en este contexto que nos encontramos en una disputa por la recuperación de nuestro territorio dado que la Alcaldía dirigida por Felipe Alessandri, en alianza económica y política con algunos comerciantes, empresarios gastronómicos, inmobiliarios y hoteleros del sector, actúan como dueños del barrio, tomando medidas en relación a los espacios comunes, emitiendo declaraciones a través de los medios de comunicación de su misma tendencia política mostrando una versión parcializada de los hechos.
6. Rechazamos y condenamos que los comerciantes del barrio atiendan armados y sin respetar un aforo apropiado. Así también, repudiamos y desmentimos la cobertura sensacionalista y oportunista de medios que hablan de "encapuchados matonescos", "manifestantes terroristas", y que dan tribuna a personajes de extrema derecha que avalan las violaciones a los Derechos Humanos e insisten en equiparar las vidas humanas con los daños de bienes materiales para justificar tanto el desempeño de un gobierno que no tiene legitimidad, como el actuar criminal e inescrupuloso de una institución corrupta y en crisis como lo es Carabineros de Chile. No aceptamos el trato desigual que Carabineros le da a vecinas y vecinos, locatarios, comerciantes y organizaciones sociales alineadas con sus intereses, hostigando a algunos y otorgando protección exclusiva a otros.
7. Repudiamos también todo intento de desacreditar a los medios de prensa alternativos que hacen un esfuerzo a diario por informar a la comunidad todo aquello que la prensa empresarial omite en pos de su línea editorial. Decimos basta a la manipulación mediática y exigimos de forma urgente la desmilitarización de nuestro territorio.
Asamblea Winkul Bellas Artes
Rosal Organizado
Asamblea Territorial Bustamante
Asamblea Territorial San Borja San Isidro
El Barrio Que Queremos
Santiago, 3 de marzo de 2021